©Beau Frank |
MEDIALUNA ROJA Y ARENA BLANCA
Ya se
había acostumbrado a qué se fijaran en la mancha sanguínea que se deslizaba
infatigablemente por el lado izquierdo de su cara, pero la mirada que le llegaba hoy de otra
parte del autobús hizo que se levantase el cuello de la camisa en un gesto
inconsciente, no exento de coquetería. Días después ella le confesó haber
vislumbrado una hoguera en el angioma y él, una cala en sus ojos.
Relato para Viernes Creativo, una propuesta de Fernando Vicente